NOTICIAS: El crédito bancario para consumo es más alto que hace una década

16-10-2010 - Los préstamos personales y la utilización de tarjetas explican el "boom" de la venta de durables, destaca un informe del Banco Ciudad

El crédito bancario para consumo "es hoy más alto que hace una década" y si se suman los fideicomisos financieros y los préstamos otorgados por los comercios minoristas y mutuales, llegó a "niveles récord históricos", destacó el último informe del Banco Ciudad de Buenos Aires.

La entidad señaló que los préstamos personales y la utilización de tarjetas de crédito explican el "boom" de la venta de durables, que "lidera actualmente el avance del consumo privado, piedra angular de la recuperación económica".

De acuerdo al informe, el proceso es fomentado por el gasto postergado en 2008-2009, por el incentivo a adelantar consumo para prevenirse de la inflación, por la estabilidad cambiaria y por el crédito bancario de corto plazo (que incluye agresivas promociones de tarjetas de crédito, con fuertes descuentos y hasta 50 cuotas).

Según el Banco Ciudad, "si bien hay menos crédito para las familias, y fundamentalmente para las empresas, en los últimos años se produjo un re-direccionamiento de la capacidad prestable de los bancos hacia el consumo (tarjetas y personales)", en detrimento de líneas más largas, como las de prendarios e hipotecarios, que actualmente representan 1,4% del Producto Bruto Interno (PBI) tras llegar a sumar 6,4% del PBI en la década pasada.

El crédito bancario al sector privado (empresas e individuos), en tanto, es hoy la mitad que en los años 90, a pesar del dinamismo reciente.

Si bien vienen creciendo a tasas anuales del 30%, esas líneas actualmente representan 14% del PBI, tras llegar a sumar 28,5% del producto antes de la devaluación.

En el caso de las personas jurídicas, el stock de préstamos pasó del 18 al 8 por ciento del PBI, mientras que el crédito a personas físicas se redujo del 11% del producto en 2001 al 6% actual.

De ese modo, "algunas empresas se están autofinanciando y otras directamente invierten menos", mientras el poder de compra de las familias en términos de inmuebles "se redujo drásticamente".

"El premio consuelo de las familias ante este escenario es utilizar su capacidad de apalancamiento para la compra de un LCD o un electrodoméstico, ya sea un lavarropas, una cocina, o una licuadora", evaluó el informe.

A pesar del crecimiento del crédito al consumo, "no puede afirmarse hoy que haya un sobre-endeudamiento de las familias, ya sea observando la deuda total de los individuos como porcentaje del PBI, el crédito al consumo en relación al ingreso o la morosidad dela cartera del sistema".

"De hecho, de la comparación internacional, surge que aún queda mucho camino por recorrer para el crédito al consumo en la Argentina", concluyó el Banco Ciudad.

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