El Barça no podrá contar en el partido de vuelta con Gerard Piqué. El central azulgrana fue amonestado por el colegiado Nicola Rizzoli en la única falta que cometió en todo el partido. Famoso por dejar jugar y guardarse las tarjetas, el colegiado italiano no tuvo miramientos en mostrar la amarilla al zaguero blaugrana en el minuto 59 por derribar precisamente a su gran amigo Cesc Fàbregas.
La tarjeta de Gerard en la segunda parte del partido completaba el primer ciclo de tres cartulinas para el barcelonés, por lo que se verá obligado a perderse el partido de vuelta en el Camp Nou.
A priori es una mala noticia para el Barcelona y para Pep Guardiola, puesto que el míster tendrá que afrontar el trascendental partido de vuelta sin uno de los grandes pilares de la defensa. Sin embargo, si el equipo se clasifica para los cuartos de final de la Champions Gerard estará limpio de tarjetas para afrontar la eliminatoria y empezará el segundo clclo –en el que la sanción llega después de acumular dos tarjetas amarillas–.
El partido de vuelta se disputará el 8 de marzo, tiempo suficiente para que el capitán Carles Puyol se recupere de la tendinopatia que sufre y forme tándem en el eje de la defensa junto a Eric Abidal. Incluso en el supuesto caso que Guardiola no pudiera contar con uno de los dos para la vuelta, el técnico podría recurrir a Sergio Busquets, quien ya ha jugado de central en ocasiones anteriores con buenos resultados.
La tercera tarjeta de Piqué en la Champions le impidirá enfrentarse a su íntimo amigo Cesc Fàbregas en el Camp Nou, escenario en el que nunca se han visto las caras. Hay que recordar que el año pasado fue el de Arenys el que se perdió el encuentro en el estadio azulgrana precisamente por la acumulación de tarjetas, a la que se sumó la lesión del mediocampista catalán.
