Piqué: "Ojalá el 2011 sea mejor que el 2010"


Si se echa la vista atrás, 2008 ya fue un gran año para Gerard Piqué, cuando regresó al Barça tras su aventura en el Manchester United y conquistó la titularidad. Una sorpresa. Pero también lo fue el inolvidable 2009, durante el cual sumó con el Barça seis títulos seguidos, algo que ningún otro equipo había conquistado en la toda la historia del fútbol.

Como el que acaba ha sido otro año de éxtasis, con Liga y Mundial en su palmarés, suena a música embriagadora oírle decir que "ojalá el 2011 sea mejor que el 2010", mientras levanta la copa, en este caso de cava, para brindar por un futuro aún mejor con los lectores de MD.

Como todos los barcelonistas, pero él especialmente porque le marcó al Inter el gol que por un momento generó la esperanza de conducir al Barça a la final del Bernabéu, no oculta que para esta temporada "uno de los sueños es Wembley, pero hay que ir paso a paso como hemos hecho siempre". La espina permanece clavada en el corazón del equipo de Pep, que sigue viendo futbolísticamente superior al Inter de Mourinho que los eliminó.

"Del año que acaba me quedo con el Mundial de la seleción y con la Liga de los 99 puntos con el Barça", reflexiona a modo de resumen. Gerard sintoniza con la gente del Barça, siente lo mismo en el campo que sentiría en la grada y conecta de un modo tan brutalmente natural que su imagen en el Bernabéu estirando la camiseta tras el 2-6 y la 'manita' que mostró al Camp Nou después del último 5-0 al Madrid se han convertido en iconos fotográficos de los dos momentos de mayor felicidad 'culé'. "A la afición -dice- le deseo que disfrute del fin de año y que nos siga apoyando como hasta ahora".

Como futbolista que también lo ha pasado mal, pues primero emigró al Zaragoza cedido por el ManU cuando las cosas no le rodaron como esperaba y luego finalmente dejó atrás la Premier, Piqué aún saborea mejor lo que ha encontrado en el Camp Nou. "Jugar en este equipo es una gozada, por el fútbol que hace y por la buena gente que hay en el vestuario", afirma, sin olvidar que su carrera aún puede ser perfecta si llega a coincidir algún día en el Barça con otro crack ex azulgrana cuya trayectoria guarda paralelismos con la de Gerard. "Sería bonito ver a mi amigo Cesc jugar en el Camp Nou".

Lo hará pronto, pero aún vestido de 'gunner' en los octavos de la Champions. Por eso quiere que "la eliminatoria con el Arsenal acabe como la pasada".