OPINIÓN: Con el dólar de capa caída, ¿cuánto puede ganar hoy el ahorrista apostando al euro?

6-10-2010 - El billete verde no muestra signos de mejoría en el mundo y empuja a la moneda común al alza. Es así como ya trepó 7% en un mes y analistas sostienen que seguirá su camino ascendente. En tanto, las noticias que llegan desde los Estados Unidos debilitan aún más a su divisa. Pronósticos de expertos

Aquellos que recorren las callecitas “financieras” de Buenos Aires, más precisamente las del microcentro porteño, tienen un olfato especial para detectar oportunidades.

Más si éstas son de tipo “touch and go”, es decir, entrar y salir rápido para hacerse de una buena diferencia.

Sin embargo, esto no ocurrió con el euro. A pesar de haber repuntado más de 7% frente al dólar en apenas un mes, la demanda local se mantuvo prácticamente sin cambios.

Para el economista Tomás Bulat, esto ocurre porque “en el mercado la posición del ahorrista en materia de divisas ha sido, en estos últimos meses, de gran cautela”.

“La cuestión que justifica su actitud es muy sencilla: en poco tiempo, más precisamente entre fines de diciembre del año pasado y junio vio cómo la cotización en pesos pasaba de $5,80 a $4,80”, sostuvo el economista.

“Esta situación le generó gran desconfianza y ahora, por miedo a repetir esta amarga experiencia, optó por no subirse al tren de la moneda común, que le hubiese permitido hacerse de una elevada rentabilidad en dólares, en poco tiempo”, agregó Bulat.

Para Hugo Scopetani, director de Sudamericana Sociedad de Bolsa, sucede que buena parte de los ahorristas “supone que está llegando al límite de su cotización".

Y aquellos que sí pusieron unas fichitas y se hicieron de una diferencia “hoy ya están pensando en vender y pasarse a dólares, que es la moneda que, por cuestiones culturales, tienen en mente", concluyó el analista de Sudamericana.

Una recorrida realizada por iProfesional.com por algunas casas de cambio del microcentro porteño confirmó que la visión "desde el mostrador" es coincidente.

Desde Italtur S.A., indicaron que "la compra de euros no varió con respecto a la de las últimas semanas. La brecha de las operaciones no se agrandó", especificaron.

En tanto, los analistas de Giovinazzo S.A. señalaron que “la demanda se encuentra estable, con una afluencia de público que es la habitual, a pesar de la fuerte suba de la moneda comunitaria”.

Carlos Risso, desde ZonaBancos.com, coincidió con el diagnóstico. Y fue un paso más allá, al afirmar que "de un tiempo a esta parte, el movimiento de monedas es mínimo. Hoy la gente parece apuntar todos sus consumos a los bienes y ello le quita dinamismo al mercado".

¿Que ocurrió en el mundo la última semana?
A lo largo de estos últimos meses, el euro mostró su fortaleza frente al billete verde.

El viernes encadenó su cuarto día de subas consecutivas, cuando cotizó a 1,377 frente a la divisa estadounidense, su nivel máximo desde mediados de marzo de este año.

En este sentido, los analistas de la city porteña sostienen que la moneda del viejo continente tiene el terreno despejado para superar, en breve, la barrera de los 1,38 dólares.

Descontando esta última suba, en el mes que acaba de concluir registró su mejor desempeño mensual desde diciembre del 2008.

¿Tiene perspectivas para seguir creciendo?
Los analistas de Faros Trading consideraron que "la divisa estadounidense caerá un 10% frente a la moneda única, que se pagará a finales de año a 1,5 dólares", debido a que los gobiernos centrales venderán dólares para hacerse de euros.

Faros ya acertó con la predicción que hizo en julio acerca de que el euro se apreciaría un 6%, hasta los u$s1,36, en sólo dos meses, recuerda el Wall Street Journal. Según France Presse, los expertos de Brown Brothers también consideraron que el verde billete seguirá cayendo frente al resto.

Agustín Cramo, analista de mercados, consideró que "en un contexto en el que Estados Unidos enfrenta dificultades en cuanto a su crecimiento, todo hace pensar que se mantendrá la debilidad de su moneda. Por lo tanto, todo hace suponer que tocará los u$s1,50 a fines de 2010".

En tanto, Gabriel Holland especialista de HR Global, confirmó la tendencia alcista de la moneda comunitaria. "Si bien nada hace pensar que la economía de Europa esté mejorando, la moneda continuará con la suba en el corto plazo. Se trata más de la débil situación del dólar que de la mejora lograda en el viejo continente".

¿Fortaleza propia o debilidad ajena?
Los motivos que profundizaron la brecha entre ambas monedas deben buscarse, básicamente, por el lado de los pobres datos que llegan desde los Estados Unidos.

El país, a pesar de haber soltado al mercado miles de millones de dólares para estimular la economía y de haber bajado la tasa de interés a cero, no logra conseguir un fuerte repunte en sus niveles de consumo, actividad y mejora del empleo.

En buen romance, el euro sube frente al dólar no por mérito propio sino por desgracia ajena. En Europa la situación económica y financiera está lejos de ser la ideal.

Así por ejemplo, incidió negativamente un comentario expresado por un consejero de la Reserva Federal de los EE.UU. que sostuvo que “el crecimiento de la economía ha sido decepcionante, lo que elevó la posibilidad de nuevas medidas de estímulo monetario”.
La debilidad de la divisa estadounidense también se vio impulsada tras conocerse un débil reporte de su sector manufacturero, que mostró un fuerte descenso en el índice.

"En estos momentos, la debilidad del dólar es generalizada", puntualizó Joseph Trevisani, analista de FX Solutions de Nueva Jersey.

"La única posibilidad de apuntalar la moneda es que las cifras sobre la economía comiencen a mejorar”, dijo Ron Simpson, director de estudios cambiarios de Action Economics en Florida.

Sin duda que la conflictiva relación entre ambas monedas está dando muchos dolores de cabeza a los inversores. Y todo parece indicar que lo seguirá haciendo.

"El verdadero foco de debilidad para el dólar proviene de los bancos centrales de Asia y América latina, que están deshaciéndose de sus tenencias día tras día", aseguró Douglas Borthwiic, de Stamford.

En un esfuerzo para que las monedas de los distintos países no se aprecien tanto, frente a esta lluvia verde que cae sobre varios de ellos, las autoridades de todo el mundo se ven obligadas a comprar a gran escala.

Sin embargo, no están incorporando a sus reservas esos billetes sino que luego los están convirtiendo en euros, libras y yenes, sin importar las señales de venta que muestran estas monedas. Y así el dólar se debilita cada vez más.

Para una gran mayoría de analistas, dichos movimientos no hacen más que confirmar que algo está cambiando en el rol que ocupan las principales divisas.

En efecto, el dólar también ha caído frente al franco suizo hasta mínimos históricos.

En su relación con la divisa japonesa también rozó uno de sus peores registros en los últimos 15 años.

Diversos operadores opinaron que de registrarse una nueva caída por debajo de este último nivel, ello acarreará una nueva intervención por parte del Banco de Japón.

¿Por qué esta situación favorece a EE.UU.?
Cuando aumenta el tipo de cambio real, aumenta la competitividad de un país (al menos en términos del comparativo entre divisas, no de eficiencia productiva), ya que los precios relativos de sus bienes y servicios se abaratan en relación al resto del mundo, provocando una mejora de la balanza comercial.

Otro efecto que genera el incremento del tipo de cambio real es la licuación de la deuda que tiene esa nación en su moneda.

La economía de EE.UU. cuenta con un enorme mercado interno.

Mantener un billete verde alicaído le trae como beneficio aparente no sólo que se le facilite ubicar más fácilmente en el mundo los productos que elabora, sino además que se encarecen aquellos que importa, favoreciéndose así su industria. En particular frente a la invasión de bienes procedentes de China.

Ello obliga a las empresas extranjeras a bajar sus precios, si es que quieren seguir manteniendo su participación en el mercado en el principal mercado del mundo.

Un punto muy importante a tener en cuenta sobre la política cambiaria es que cuando se deprecia el tipo de cambio real en Estados Unidos -dado que la totalidad de su deuda es emitida en dólares-, se produce la licuación de los pasivos o, dicho de otro modo, que la misma pasa a tener un peso relativo menor.

Pasando a la Eurozona, a diferencia de la mayoría de los países que la componen, Alemania es un país en el que la competitividad de su economía viene dada por su alto nivel de productividad y el alto valor agregado que tienen los productos que exporta.

Esto le permite que resistir tipos de cambio real apreciados.

Perspectivas
Así las cosas, la divisa comunitaria seguirá escalando posiciones de manera considerable a pesar del el espantoso problema de la deuda de la zona.

Según los analistas, algo parecido se observa en la libra, a pesar de las medidas de austeridad del Reino Unido.

Todos estos movimientos tienen una lectura más profunda: los inversores temen que, con el tiempo, el dólar pueda perder su estatus como moneda de reserva.

El economista Nouriel Roubini, quien predijo la crisis de 2008, sostuvo al respecto que "el dólar va a permanecer débil durante de los próximos tres años". Y vaticinó que "la probabilidad de una recaída de la economía norteamericana es del 40 por ciento".
Por su parte, Robert B. Zoellick, presidente del Banco Mundial advirtió: "salvo retornar a la senda del crecimiento, casi nada pueden hacer EE.UU. para evitar el naufragio del dólar".
 
Rubén Ramallo - ©iProfesional.com