OPINIÓN: Argentina será uno de los países emergentes que más crecerá durante este año

8-10-2010 - La necesidad creciente de Asia de comprar materias primas, que en parte proveerá el país, hizo que el organismo financiero corrigiera hacia arriba las previsiones de crecimiento. Juega a favor el récord de la cosecha en soja, trigo y maíz.

Infografía: continúa la recuperación.
La economía argentina crecerá 7,5% este año y se ubicará entre los principales países de la región. Así lo evaluaron los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) en su “Panorama Económico Mundial”, que corrigió al alza las proyecciones previstas hace seis meses y se presentó en el marco de la Asamblea Anual del organismo, que ya comenzó a desarrollarse en Washington. Allí estarán presentes la presidenta Cristina Fernández y el ministro de Economía, Amado Boudou, quienes encabezarán la comitiva argentina.

En su informe mundial el FMI señaló que tras haber crecido 0,9% en 2009, la Argentina incrementará su PBI 7,5% en 2010. Estos dos datos son similares a los publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y la proyección de crecimiento de 4% para 2011, que estimó el organismo, coincide con lo fijado en el proyecto de Presupuesto Nacional para el próximo año.

Además, el organismo financiero señaló que la inflación prevista para este año será del 10,6% en la Argentina. Ese porcentaje sería similar durante 2011. Sin embargo, indicó que “las estimaciones de analistas privados indican que la inflación según el índice de precios al consumidor (IPC) ha sido considerablemente más alta”. La aclaración continúa: “Las autoridades han creado un consejo de consultores académicos para evaluar esta cuestión”.

Los economistas del FMI también marcaron las diferencias entre las consultoras y el Gobierno respecto del crecimiento del PBI, y destacaron que respecto del superávit de cuenta corriente se estima un saldo favorable de 1,7% en 2010, que se reduce a 1,2% en 2011. Indicaron, además, que la tasa de desempleo se apunta en 8% para 2010, subiendo a 8,6% en 2011.

Frágiles. Esas proyecciones ubicaron a la Argentina entre los países latinoamericanos con mejor performance para este año. Liderará el ranking del crecimiento del PBI junto a Paraguay (9%), Uruguay (8,5%) y Brasil (7,5%). Detrás se ubicará Chile, con el 5 por ciento.

Para el FMI, los países latinoamericanos y asiáticos “están saliendo de la crisis mundial a un ritmo más acelerado de lo previsto” y destacó que ellos no cometieron excesos financieros antes de la gran recesión experimentada por el mundo en 2008. Como contrapartida, el organismo bajó su previsión de crecimiento mundial para 2011 de 4,3 a 4,2%, mientras que para 2010, el pronóstico se situó en 4,8 por ciento, con el principal desafío en aminorar el “elevado desempleo”.

Justamente, para los más desarrollados estimó que la recuperación será “frágil” en tanto los avances en la inversión no se traduzcan en un aumento en el empleo. Para este grupo, integrado por los Estados Unidos y países europeos, se espera una expansión del 2,7% para el año en curso y 2,2% para el próximo.

Los impulsores. Al analizar el peso del frente externo en la recuperación prevista para la Argentina, los hombres del FMI hablaron del beneficio que provocará la expansión de China y el empuje de Brasil.

“En términos generales, los países exportadores de materias primas seguirán beneficiándose de sus términos de intercambio favorables, sus vínculos crecientes con China y sus fuertes vinculaciones intrarregionales”, señaló.

Agregó: “En tal sentido, Argentina y Paraguay están en condiciones de experimentar un crecimiento alto, sustentado en gran medida por sus fuertes lazos comerciales frente a Brasil y un marcado repunte de la producción agrícola tras la grave sequía sufrida el año pasado”.

La demanda creciente del gigante asiático estará beneficiada, además, por la cosecha 2009/2010, que llegó a los 52,7 millones de toneladas de soja. Ese incremento superó en un 70% lo obtenido en 2009 y también estuvo unas 12 millones de toneladas por encima de lo cosechado en 2008.

En tanto, para atacar un sobrecalentamiento de la economía –cuyo uno de sus efectos es la inflación–, el FMI se pronunció a favor de utilizar las remanidas medidas fiscales en lugar de monetarias: “En vista de los desafíos que suponen para las políticas las importantes y persistentes entradas de capital en algunas economías, las herramientas fiscales serían una mejor alternativa que las monetarias para resolver las presiones de un sobrecalentamiento”.

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