NOTICIAS: La financiera de La Salada se expande y apuesta a captar depósitos

7-10-2010 - La firma FIE Gran Poder solicitó un régimen legal que favorezca el desarrollo de los servicios financieros dirigidos al público de bajos recursos

Captar depósitos es la mejor alternativa para lograr que bajen las tasas en los microcréditos. Al menos ése es el reclamo que hizo Pilar Ramírez, presidenta del grupo Confíe, una de las instituciones pioneras en el rubro de las microfinanzas en la región, y que en la Argentina está presente desde agosto de 2001 a través de su agencia FIE Gran Poder, que se convirtió en la fuente de financiamiento para los comerciantes y talleristas de La Salada, aunque no tiene relación societaria con ese mercado.

Según detalla La Nación en su edición de hoy, la especialista estuvo de paso por Buenos Aires para participar de las Jornadas de Microfinanzas organizadas por la Red Argentina de Instituciones de Microcrédito (Radim) y la Fundación Andares, y aprovechó para abogar por un régimen legal que favorezca el desarrollo de los servicios financieros dirigidos al público de bajos recursos y que no tiene acceso al sistema bancario formal.

Ramírez debutó en el mundo de las microfinanzas a principios de los 80, cuando junto con otras funcionarias del programa Acnur, la oficina de las Naciones Unidas para los refugiados, decidió poner en marcha un sistema de microcréditos en forma casi intuitiva, ya que reconoce que en ese momento no tenía ninguna experiencia en el mundo de las finanzas y ni siquiera había oído nombrar al Banco de los Pobres, que impulsaba Muhammad Yunus en Bangladesh y por el cual en 2006 le concedieron el Premio Nobel de la Paz, consigna el matutino.

En los 90, la ONG inicial se convirtió en una sociedad anónima, lo que le permitió empezar a captar depósitos de los ahorristas y diversificar sus fuentes de acceso al crédito. Y desde hace un año, la institución funciona como un banco en Bolivia, donde se convirtió en la sexta institución financiera más importante del país.

En la Argentina, el grupo puso un pie en 2001, apenas unos meses antes de que se implementara el corralito, y, a contramano de todos los pronósticos, la financiera logró sobrevivir apostando al financiamiento de emprendimientos productivos y con un foco especialmente puesto en el complejo comercial de La Salada.

En menos de diez años, FIE Gran Poder lleva desembolsados más de 40.000 créditos en la Argentina, con una cartera de 8.000 clientes activos y más de u$s10 millones en préstamos. El próximo desafío de la institución en el mercado local es empezar a captar depósitos, para lo cual deberá dar el paso de convertirse en un banco.

"El problema que viven las instituciones argentinas es que el fondeo es muy caro, con lo cual los intereses de sus créditos terminan siendo muy altos, por encima del 100 por ciento. Y la mejor forma de bajar el costo de los fondeos es masificando las fuentes de financiamiento y permitiendo captar depósitos en el mercado. En Bolivia, cuando nos dieron esta posibilidad las tasas de los microcréditos cayeron dramáticamente del 65 al 18%", sostuvo Ramírez.

¿Cómo se animaron a venir a la Argentina en 2001?, se le preguntó a Ramírez. "Víctor Ruilova, un médico boliviano que atendía consultorios populares en Buenos Aires, nos convenció de venir. Abrimos en agosto de 2001 y, a los pocos meses, vino el descalabro financiero con el corralito. Inicialmente nos asustamos, y algunas compañeras en Bolivia nos decían que había que irse de la Argentina, pero fue la propia clientela local que habíamos logrado en los primeros meses la que nos convenció de quedarnos en el país", contó la especialista al matutino mencionado.

"Además, a los bolivianos de acá el corralito no los pescó con dinero dentro. No tenían dólares en el banco, sino debajo del colchón, y aprovecharon la devaluación para comprar maquinaria y para equiparse, con lo cual muchos de los comerciantes de La Salada salieron fortalecidos de la crisis", concluyó.

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