Los abonados del Colón planean tomar las butacas por manos propias


Hartos de la ineficiencia del actual director del teatro y de la inoperancia del ministro de cultura de la ciudad, los abonados al Colón proyectan ocupar todas las butacas libres el miércoles 23, cuando se presente el tenor español Plácido Domingo, y prometen no levantarse hasta que el gobierno porteño los cense y elabore un plan de saneamiento del déficit abonal , en repudio a la cancelación de la venta de entradas anticipadas para la temporada 2011.
Según informó a nuestro blog el líder de la Coordinadora por una Butaca Digna, Josefino Martínez Anchorena Lastra de Álzaga, “esta es una verdadera estrategia visualizadora de nuevo tipo, la sociedad debe enterarse de nuestro drama, queremos de una vez por todas que nos den bola. No es cuestión que nos regalen nada, queremos pagar nosotros solitos los palcos de 9.000 pesos.”, dijo el representante social, mientras le pasaba blem a un binocular de platino.
“Es una historia de postergaciones, se tomaron cuatro para cambiar un par de alfombras y lustrar las lamparitas, y una vez que está listo vienen los músicostroskopiqueteros a quitarnos el espectáculo porque no quieren aceptar el pago de su sueldo con lecops y bonos de trueque, una vergüenza, esto antes no pasaba”, relató indignadísimo un integrante de la trilple A, Agrupación de Abonados Autoconvocados, cuando acababa de subir ese mismo comentario a la página web del diario internacional The Nation.
Por último, consultamos a un amante de la lírica y músico frustrado sobre el rumor que se corre por la reventa de butacas, a lo que contestó, “sabemos que hay abonados al Cervantes, del Avenida, y del Teatro Argentino de La Plata que estuvieron hostigando a compañeros para que aflojen y le dejen el lugar, pero no le vamos a dar el gusto a esos turros. Hoy el teatro es tierra de nadie, es un terreno baldio, así que vamos por la toma indiscriminada de butacas. Van a tener que desalojarnos con tanques hidrantes y un recital de Damas Gratis y Vicentico juntos haciendo playback”, concluyó el aficionado, al tiempo que contaba la plata por la venta del violín que jamás aprendió tocar.